Michael Zárate, ¿cómo es ser un periodista peruano en China?

 El periodista nos cuenta desde Beijing cómo fue su proceso de adaptación en China, país en el que reside hace varios años. Explica, además, cómo es ejercer el periodismo en este país.

Cuando me confirmaron la visita a China, hace unos meses ya, me dio ilusión reencontrarme con un antiguo amigo del periodismo. A Michael Zárate lo conocí en la redacción de Depor y tengo el recuerdo de un jefe riguroso con la información y pulcro en sus textos. Fuera de la oficina, un tipo cálido con un humor singular.

Las más de 20 horas en un avión no se hicieron tan pesadas. Al llegar, Beijing se revelaba como un destino que superaría cualquier expectativa. Casi de inmediato, empezamos las coordinaciones del reencuentro con Michael, vía WeChat, claro. El punto de encuentro sería el lago Houhai en el centro de Beijing.

Michael es un periodista que trabaja desde hace 6 años en China. Vive en Beijing y es redactor sub jefe de la edición en español de la revista China Hoy. Como uno de los millones de peruanos que decidieron partir para buscarse un destino distinto, Zárate dejó atrás una destacada carrera en el Grupo El Comercio para probar suerte en las antípodas. Aunque sin ‘Cuando pienses en volver’ de fondo, y sin una pizca de nostalgia cevichera.

‘La primera vez que llegué a China fue por el año 2011. La verdad hay que tener mucho sentido de la aventura para venir. En mi caso nunca fue un sueño de niño, ni siquiera un objetivo que tuviese cuando estudiaba periodismo. Cuando llegué no sabía ni una palabra en chino, pero en ese año necesitaba que mi vida tuviera un cambio. Y qué mejor que China, donde tenía la oportunidad de volver a nacer. Ha sido la mejor decisión que he tomado en todos estos años’, reconoce Michael.

Superando barreras

Para cualquier extranjero, la primera traba al llegar a China es la del idioma. Cada caracter chino encierra toda una historia detrás y es un idioma hermoso, pero complicado. ‘Al inicio da un poco de miedo, un extranjero al llegar a Beijing se siente apantallado, porque no entiende nada’, explica Zárate. ‘Pero al pasar los días y las semanas y con un poco de paciencia uno empieza a aprender frases básicas, palabras necesarias a lidiar con el taxista o para hacer las compras. Con perseverancia uno aprende a vivir aquí’.

Otra de las barreras al mudarte a Beijing es el contraste con la calidez que uno tiene en Lima, con la familia y amigos. ‘Mucho del éxito depende de la personalidad que tengamos. En mi caso, mi personalidad es un poco más fría y eso me ha ayudado a vivir de manera adecuada aquí en China, al otro lado del mundo. Soy una persona que no extraño mucho la comida peruana. Me he habituado a la gastronomía local’.

Michael resalta como puntos positivos de Beijing el hecho de ser una ciudad sumamente tranquila y segura, con mucho respeto hacia la mujer, a los niños y al adulto mayor. El transporte público es otro punto a favor, aunque los chinos piensan que es caótico, ‘pero la verdad entre Beijing y Lima, me quedo con los servicios que tienen acá’.

En cuanto a lo negativo, una de las grandes preocupaciones de China es la contaminación y lo caro de la vivienda. Pero no por eso deja de ser un destino altamente recomendable. ‘Estamos viviendo en un mundo que presta mucha atención a lo que pasa en China. Ser testigo de lo que pasa aquí, una sociedad que cambia constantemente, es algo que a uno lo hace crecer a nivel personal y profesional’.

‘Aquí en China, a diferencia de Perú, los medios de comunicación son estatales, los medios privados no existen. Entonces, el lado negativo de hacer periodismo en China es que hay una falta de pluralismo informativo. Algo que sí podemos encontrar en Perú, para bien o para mal’, dice, ahora sí, el Michael periodista.

Explica también cómo el prejuicio gira en torno a la información. ‘En Perú también pasa que cuando nos enteramos noticias de China, generalmente son temas anecdóticos, un suicidio, una pelea en la calle. Noticias que lindan entre el morbo y el escándalo y que solamente nos dan un punto de vista relativo de lo que pasa aquí. El periodista que trabaja en China debe lidiar entre esos dos aspectos. Debe ser un buen funambulista, un buen equilibrista. Debe saberse manejar entre esa falta de pluralidad que hay aquí y entre esos prejuicios que abundan en el extranjero sobre el país’.

Me despido de Michael con un abrazo. Él, generoso, me deja una frase de editor para terminar la entrevista. ‘Al final, trabajes en un medio público o privado, lo más importante es que un periodista no renuncie a sus principios. Cuando trabajes debes ser muy sincero con tus colegas, con tus editores, siempre dar tu punto de vista. Además, está el hecho de tener varias fuentes de información, que te den un mejor balance de lo que está pasando en esta parte del mundo’.

Por Christian Lengua




Comentarios